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Desde 1960, Manolo ha tenido una trayectoria en el mundo de las artes escénicas de forma conjunta con Enkarni, jugando un destacado papel propio y bien definido en la misma. Repasarla muestra la necesidad y oportunidad de la medida que se propone: la declaración de Miembro de Honor de UNIMA Federación (UFE), tal como se acordó proponer en la asamblea general de UNIMA EH del pasado 21 de marzo. Es muy difícil resumir más de 60 años dedicados al mundo del teatro pero será muy provechoso intentarlo.

Nació Manolo en 1938 en un barrio humilde de Donostia-San Sebastián, siendo el cuarto hijo de una familia dedicada a la venta ambulante en esa hermosa ciudad. Siempre ha sido fiel y consecuente con sus orígenes, así como con las dificultades para conseguir la formación cultural, técnica y humanística que le permitieron una larga actividad (40 años) como cualificado empleado de una entidad bancaria. Tal como él señala, sin haber dejado de pensar un solo día en el teatro.

 

(Foto: Nati Cuevas)

En 1960 ya tenía actividad teatral en los bajos de la Parroquia del Antiguo junto a otros chicos y de la mano de Benjamín Irigoyen, momento en el que se incorporan unas cuantas chicas de La Dominical, entre las que estaba Enkarni, tal como se ha dicho al hacer la semblanza de su trayectoria. A partir de ahí siempre han estado juntos.

Fue en 1965 cuando Manolo se encargó de la dirección de ese grupo, el Teatro Estudio de San Sebastián, de tan larga y brillante trayectoria. El primer espectáculo montado por ese siempre animoso y numeroso grupo (han tenido varios elencos para muchos montajes) fue, Un hombre duerme, de Ricardo Rodríguez Buded, un claro ejemplo de la tragicomedia realista de la mitad del siglo pasado. Toda la actividad posterior del grupo es coherente con ese punto de partida. Manolo suele recordar que Teatro Estudio siempre ha sido una compañía de barrio que actuaba para el barrio, un barrio obrero, así como para todo el que ha asistido a los muchos lugares en los que han actuado.

Es en 1971 cuando, junto con Enkarni, ponen en marcha el grupo Txotxongillo, tras la ya citada primera representación de teatro de títeres en euskera en la ikastola de la hija de ambos, arrancando así, tras iniciar el aprendizaje del euskera, el periplo vital con los títeres que tantos reconocimientos les ha proporcionado y en el que han tenido un reparto de tareas.

Luego vinieron, tal como ya se ha señalado y es necesario recordar por la participación también de Manolo, las reiteradas visitas al Festival Mundial de Charleville-Mezieres, la incorporación primero a UNIMA Francia, la participación en el surgimiento de UNIMA EH, su colaboración en el desarrollo de UNIMA Federación, en la que fue Presidente, la puesta en marcha del festival de Tolosa y posteriormente del TOPIC, entre otras muchas cosas.

Es el momento de abordar de nuevo su papel en Txotxongillo recordando algunos de sus espectáculos más completos, aparte del de Erreka Mari ya tratado al hablar de Enkarni. Empecemos en 1983, año en el que estrenan Printze txikia, obra en la que Manolo aparecía en el escenario interpretando al piloto que en el desierto

intentaba reparar su avioneta. Esta obra la han mantenido durante décadas en el repertorio y han realizado diversas versiones, en la que incorporaron la actuación en directo de orquestas como Et incarnatus, Orquesta Amadeus y Ane Lana, sonido.

(Foto: N. C.)

 

En 1989 recibieron el encargo de montar El retablo de Maese Pedro con texto de Miguel de Cervantes y música de Manuel de Falla. Ellos construyeron y manipularon las figuras, y la música fue interpretada tanto por la Orquesta Reina Sofía de Madrid como por la Orquesta Sinfónica de Euskadi dirigida por Cristóbal Halffter. Se estrenó en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia-San Sebastián.

Manolo y Enkarni con “El retablo de Maese Pedro” (Foto: N. C.)

Volvamos a la trayectoria de Manolo en la dirección teatral recordando el ingreso del Teatro Estudio en la Asociación Escena Amateur, que abarca todo el espectro teatral en España y que agrupa a más de mil grupos de amantes del teatro. Esta asociación coordina la actividad de todos ellos favoreciendo el intercambio de experiencias y la creación de circuitos.

En 1990, en el XII Certamen Arcipreste de Hita (Guadalajara), Manolo Gómez recibió el Premio a la Mejor Dirección, además recibieron el de mejor compañía y mejor actriz.

En 1991 participaron en el Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami (EE UU), marcando un hito en la historia del grupo.

En 2007, en el Festival Martín Arjona de Herrera (Sevilla), Fernando Mikelajauregui recibió el Premio al Mejor Actor.

En 2008, en el I Certamen de Teatro Aficionado Tirso de Molina de Almazán (Soria) recibieron el premio a la mejor dirección (Manolo Gómez) y el de mejor actor para José Luis Torres.

El grupo ha participado en numerosos certámenes de teatro aficionado entre los que destacaremos el de Tafalla (Navarra) y el de Alegría-Dulantzi (Álava), cuyo auditorio lleva el nombre del actor Txema Blasco, surgido también hace décadas del teatro aficionado. La Feria de Artes Escénicas de San Sebastián es otra de sus interesantes referencias.

También han participado en diversas ediciones de las Jornadas de Teatro de Eibar, surgidas en su Universidad Laboral y desde el activo movimiento del teatro independiente de los años setenta que hundía sus raíces en el teatro amateur.

Manolo en La Hacería de Bilbao  (Foto: N. C.)

Otra referencia importante, de las muchas que se pueden hacer de Manolo, es su participación en Antzerti, nombre de la primera escuela de teatro creada por el Gobierno Vasco bajo la dirección de Eugenio Arocena, que había sido el alma mater del grupo de teatro aficionado Intxixu de Oyartzun (Gipuzkoa). Manolo formó parte del primer profesorado de esa escuela que estuvo ubicada en Donostia.

Regresemos a su labor en el campo de los títeres con una de sus intervenciones más recientes, es en 2013 cuando reciben el encargo de realizar un montaje con títeres en el que se aborde y rememore el sitio francés de 1813, que terminó con la victoria de la ciudad pero también con la destrucción parcial de la entonces ciudad amurallada.

Danborren hotsak / El estruendo de los tambores (Foto: N. C.)

 

La obra la titularon Danborren hotsak, El estruendo de los cañones, y tuvo un papel relevante en las actividades con motivo del bicentenario de la defensa de la ciudad que tanta memoria ha dejado en la misma. En la banda sonora utilizaron los sones de la famosa marcha de Sarriegui, característica de la multitudinaria tamborrada con la que anualmente se conmemora ese histórico suceso. Fue un montaje completo y acertado, con títeres planos y sombras.

Ha llegado el momento de abordar el papel de Manolo Gómez en la UNIMA, primero recordando su labor en UNIMA EH, cargada de serenidad, constancia, acierto y moderación, ayudando a superar las diferencias y a avanzar en la importancia y la calidad de los títeres en Euskal Herria.

En UNIMA Federación también fueron escuchados y respetados sus razonamientos, jugando un papel relevante en la formación, consolidación y despegue de la asociación. Ha tenido desde el principio preocupación por el contenido de los Estatutos y ha participado en varios procesos de modificación de los mismos.

Destacable es también su paso por la Presidencia de UNIMA Federación, donde ha trabajado en colaboración con Alberto Cebreiro, Miguel Arreche, Idoya Otegui, Enkarni Genua, Guadalupe Tempestini, Julieta Agustí, Eugenio Navarro, Toni Rumbau, Carles Cañellas, Eugenio Navarro, Jorge Rey, Iñaki Juárez… y muchos más, ya que se ha entendido con la inmensa mayoría.

Volvamos a su actividad con el Teatro Estudio, destacando una de sus obras que presentó en La Hacería, espacio teatral instalado en un viejo taller de la entonces península de Zorrozaurre en Bilbao; se trata de Cuánto cuesta el hierro escrita en 1939 por Bertold Brecht, en pleno desarrollo del régimen nazi antes de la II Guerra Mundial. Comienza la obra con un poema del autor dedicado al “analfabeto político”. Teatro de claro compromiso.

 

“Cuánto cuesta el hierro” puesta en escena del Teatro Estudio de San Sebastián

(Foto: N. C.)

El mismo calificativo cabe para Terror y miseria en el primer franquismo de José Sanchis Sinistierra, obra que inició en 1979 y acabó casi veinte años después, en un momento de derechización en nuestra sociedad y de revisión del pasado reciente.

“El chico de la última fila” de Juan Mayorga (Foto: N. C.)

En el TOPIC se pudo ver una de las muchas representaciones que hicieron de un éxito del dramaturgo Juan Mayorga, obra que todavía no había alcanzado el renombre que poco después consiguió, se trata de El chico de la última fila.

En 2015, en un acto conducido por Manolo, el Teatro Estudio de San Sebastián celebró sus 50 años en el mundo del teatro, en un acto que tuvo lugar en la Casa de

Cultura Lugaritz en su barrio, El Antiguo. Presentaron una amplia exposición con fotografías de muchos de sus espectáculos.

Celebración de los 50 años del

TESS (Foto: N. C.)

El último espectáculo que ha dirigido hasta ahora ha sido Baile de huesos, de la dramaturga Elena Belmonte, y que fue estrenado el 20 de febrero de 2019 en el Teatro Victoria Eugenia, completando una larga lista de más de sesenta títulos de autores como Fernando Arrabal, Tenesse Williams, Valle Inclán, Antón Chejov, Eugene Ionesco, Jean Genet… además de Paco Sagarzazu Badiola, Alberto Miralles, Eduardo Ladrón de Guevara, así como los citados con anterioridad.

Ofreciendo el Premio Max a la ciudad y a los amigos con la representación de “Baile de huesos” de Elena Belmonte

(Donostia, 5-11- 2021) (Foto: N. C.)

 

Tras los años de pandemia, esa calamidad sanitaria que tanto daño ha causado a la cultura en general, el 26 de junio de 2021 Manolo, acompañado por Enkarni, recibió el Premio al Mérito por la Trayectoria Personal, dentro de los Premios Juan Mayorga de las Artes Escénicas que otorga la asociación Escena Amateur.

La entrega tuvo lugar en el Teatro Romano Regina, del siglo I de nuestra era, en Casas de Reina (Badajoz), bastante bien conservado y que fue levantado para mil espectadores.

Ese mismo año, el 4 de octubre, en el Teatro Arriaga de Bilbao, recibió el Premio Max de Teatro Aficionado o de Carácter Social, por su larga trayectoria al frente del Teatro Estudio de San Sebastián. Este reconocimiento fue motivo de orgullo y satisfacción para UNIMA, sumándonos a la felicitación y divulgación del mismo a través de un comunicado de esta asociación y que fue recogido por Toni Rumbau en Titeresante, su publicación on-line.

La amplia repercusión que la entrega del premio tuvo en los medios de comunicación nos ha servido para recoger declaraciones de Manolo que nos acercan más, si cabe, a conocer sus planteamientos y sentimientos hacia el teatro en general y especialmente hacia cómo debe ser la labor de dirección. Algo que en el mundo de los títeres todavía es poco frecuente.Manolo hablando sobre los Premio Max (Foto de Archivo)

En primer lugar hizo un llamamiento hacia la convivencia entre el teatro aficionado y el teatro profesional, como complementarios y necesarios que son el uno para el otro. Cada uno en el espacio que le corresponde. Aunque ahora no lo sea, en los años sesenta y setenta el teatro aficionado era absolutamente mayoritario y estuvo en la base del surgimiento y profesionalización del llamado teatro independiente.

También llamó a la mixtura entre las artes escénicas, abordándolas, no tanto como especialidades separadas sino yendo en los montajes a una utilización conjunta de la música, la danza, los títeres y objetos… Reforzando su razonamiento, recordemos el magnífico uso que Tadeusz Kantor hizo de todos esos recursos.

 

La concesión del Premio Max-2021 a Manolo Gómez, en el apartado de Teatro Aficionado o de Carácter Social, fue muy acertada porque su larga trayectoria responde a esas dos premisas, ya que con el TESS, Manolo también ha desarrollado una intensa actividad social.

Han estado presentes en los cursos de verano de la Universidad del País Vasco, han realizado representaciones en el Centro Penitenciario Martutene (Donostia-S.S.), han colaborado con la Asociación de Mujeres del barrio de Loyola, con la tercera edad a través del Patronato Matia y otras residencias, con el Club de Arte Catalina de Erauso, entre otras iniciativas sociales.

Manolo, junto con Enkarni, está llamado a ser recordado por su interesante labor y debe ser un referente para el futuro. Prestemos atención a estas palabras suyas: Aunque la situación del teatro amateur ha cambiado mucho, ese es

precisamente el hilo conductor entre entonces y ahora, nuestra vocación de trabajar con diferentes sectores desfavorecidos: los jóvenes que nos ven como plataforma de aprendizaje, los mayores para los que somos una herramienta de expresión, colectivos como el de las mujeres y su apuesta por la igualdad, o la esperanza de la reinserción e integración para las personas que viven privadas de libertad.

Su nombramiento como Miembro de Honor de UNIMA Federación España (UFE) será un honor para nuestra asociación y un estímulo para que su trayectoria, tanto en el teatro de actor como en el de títeres, figura y objetos, sea recordada y continúe siendo un referente a tener en cuenta.Manolo, que aquí aparece en Printze txikia / El principito, continuador, renovador y precursor de la generación de la recuperación de los títeres (Foto: Archivo de Txotongillo)

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