En el País Vasco no hubo una gran tradición de títeres, pero sus antiguos carnavales están llenos de máscaras y muñecos con los que se representan historias. El titiritero más antiguo conocido es Gregorio Beorlegui, famoso actor anterior a la guerra civil. En los cincuenta surgió el grupo Colorín, pero fue en 1971 cuando se inició la nueva etapa con el grupo Txotxongillo. Al final de esa década surgen media docena de grupos con los que arranca la nueva etapa. En 1984 se creó UNIMA Euskal Herria, cuyo ámbito geográfico incluye al País Vasco y Navarra y cuenta con 45 asociados. Una de las actividades destacadas es el Txotxongilo Eguna, jornadas con carácter itinerante para intercambiar proyectos y divulgar las marionetas, que se celebró desde 2001 al 2013. Desde el 2010 se ha celebrado en el TOPIC de Tolosa la Escuela de Verano, colaborando UNIMA Euskal Herria con Unima Federación y TOPIC en su exitoso desarrollo. En colaboración con el TOPIC se viene celebrando en sus instalaciones el Día Mundial del Títere. También ha publicado Bitxikeriak, libro que, además de servir de directorio de los grupos que componen UNIMA E.H., muestra las múltiples anécdotas que surgen en la vida titiritera. Es necesario destacar la importancia que la actividad de los grupos de títeres ha tenido en la recuperación de la cultura vasca, del euskera, leyendas, personajes y tradiciones que le son propias y que habían sido ocultadas en los duros momentos del franquismo. Los títeres, junto con las ikastolas (escuelas vascas) y posteriormente con las escuelas públicas, la literatura, la música y otros medios de comunicación, han ocupado un lugar interesante en esta recuperación cultural.