Comprar en papel Descargar en PDF
INDICE
ENCUENTROS MATILDE DEL AMO
Sise Fabra
EL TÍTERE COMO METÁFORA
Francisco J. Cornejo
PRESENCIA Y TRAYECTORIA DE LOS TÍTERES EN CUBA
Freddy Artiles
TADEUSZ KANTOR Y EL OBJETO MUERTO
Luis Fernando de Julián
PISOS PUES
Santiago Ortega
TÍTERES CON CABEZA. HISTORIA DE LA COLECCIÓN DE MARIONETAS DE ISMAEL
Ismael
LA MECÁNICA APLICADA A LA ANIMACIÓN
Diego Damián Gilardi
D.F. Y LAS CIUDADES IMAGINARIAS
Luis Vigil
¡HABEMUS TO.PIC!
Santiago Ortega
EDITORIAL
DEL TÍTERE Y SUS LINDES, LA MÁSCARA
‘El títere es una extraña forma de vida que florece durante el hecho teatral adquiriendo dimensiones y rasgos humanos’… dentro de esta definición puede entrar todo objeto inerte que cobre vida escénica independiente de su manipulador o portador. Los títeres han rebasado sus propios límites y exploran desde hace mucho tiempo nuevas formas y materias. Las otras artes escénicas han advertido la importancia del campo de acción de este elemento teatral y la han acogido en sus creaciones. El teatro de títeres reclama para sí mismo a todo personaje escénico que carezca de vida propia, así un grifo a modo de cabeza y una servilleta a modo de cuerpo, siendo objetos, son percibidos como títeres, al igual que una máscara que escapa del rostro y se posa en la rodilla, con un trapo por atuendo, formando un cuerpo distinto, también se percibe como un títere. La importancia es la de transmitir y comunicar, vivir en escena como un personaje en la acción dramática. En este punto la igualdad es inapelable. El teatro de marionetas ensancha sus dominios dando cobijo a otros elementos que en un principio no fueron concebidos como títeres. Podemos ver actuar a una máscara o a un objeto como si fuera un títere, sin embargo en su naturaleza algo los distingue, cada una tiene un origen y aplicaciones propias. DEL TÍTERE Y SUS LINDES, LA MÁSCARA Las máscaras en el teatro tienen una larga historia y tradición, tan antigua como los títeres. Hemos visto en ambas nuevas formas de expresión que las han llevado más allá de su uso tradicional, compartiendo espacios y significado en la escena dentro del teatro. Las máscaras se distancian del rostro y exploran el cuerpo de su portador, emigrando hacia el codo, rodilla, mano, conservando su capacidad de personaje escénico y adquiriendo independencia del cuerpo que la soporta. El títere ya nace con ambas cualidades. En este viaje, el portador de máscaras se ve en una nueva situación, se le ha devuelto el rostro, esto le permite distanciarse de su máscara que adquiere autonomía al ser reconocido como un agente independiente, al igual que el títere vive más allá de su manipulador. Se dice que la nariz del payaso es la máscara más pequeña del mundo. ¿Qué ocurre si esa nariz ‘viaja’ por el cuerpo hasta llegar al dedo índice de la mano usando otros dos dedos a modo de brazos y el resto como un cuerpo? De pronto ya no es una nariz, es la cabeza de un nuevo personaje nacido en la escena. Podríamos decir que se ha forjado un títere a partir de una máscara. Por otro lado un títere es ante todo una obra de arte plástica destinada a moverse en un escenario. Esto mismo ocurre con las máscaras, pero no con los objetos, sin embargo una máscara siempre es una parte de un cuerpo, aunque llegue a cubrirlo todo, mientras que los títeres son una forma independiente, autónoma, que representa un todo. Es cuando se libera de sus ataduras y toma distancia de su portador, adquiriendo independencia que la máscara se convierte en títere. Un títere, una máscara o un objeto no son lo mismo, cada uno es lo que es en su origen, no obstante en el escenario pueden compartir una misma función, que el teatro de títeres reclama como suya, aceptando como propios a elementos cuya naturaleza es distinta pero cuya función dramática es la misma.
Miguel Delgado
Secretario General