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Fantoche número 13

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INDICE

DESGRANANDO A TANXARINA

Ramón del Valle Vela

LÁGRIMAS DEL PASADO

Joaquín Hernández

EL REPERTORIO DE LA TARUMBA DE MIGUEL PRIETO

Adolfo Ayuso

LA EMOCIÓN DE QUIEN LO MUEVE, LA EMOCIÓN DE QUIEN LO VE

Luis Fernando de Julián

EL ESPECTÁCULO MISCELÁNEO EN ESPAÑA. 1750-1814: LOS VOLATINES

Francisco J. Cornejo

CABEZAJOS. PIEZA BREVE PARA TÍTERES

Luis Fernando de Julián

EDITORIAL

Gracias, Margareta

Ha muerto Margareta Niculescu. En Fantoche no queremos dejar pasar por alto este triste acontecimiento. Por eso intentaremos dedicar esta breve reflexión a su recuerdo, no tanto al de su “ser” –a quienes la conocimos, no nos hace falta; a quienes no tuvieron esa suerte, de poco les van a servir las palabras–, como al de su “hacer”. La pasión que Margareta sentía por la marioneta –nuestros “títeres”– se tradujo, gracias a su esfuerzo y a su talento, en un buen puñado de sueños cumplidos: bellos espectáculos, sólidas instituciones de ambiciosos objetivos y eficaces resultados (UNIMA, Institut International de la Marionnette, Ecole Supérieure des Arts de la Marionnette), y una tupida red de amigos, colaboradores y discípulos por todo el mundo que jamás dejó de cultivar. Destaquemos a Jacques Felix y a Henrik Jurkowski, que junto a Margareta formaron una “Santísima Trinidad” que revolucionó el orbe titiritero en la segunda mitad del siglo pasado. Todo ello ya ha sido proclamado –nunca suficientemente–; pero desde Fantoche. Arte de los títeres queremos recordar especialmente a la Margareta creadora de revistas (Puck, 1988; E pur si muove, 2002); de revistas que vinieron a cubrir unas necesidades que el teatro de títeres sentía, y que ella supo ver y se aventuró a atacar. Los resultados demostraron que el magisterio de Margareta en el ámbito de las publicaciones periódicas estaba a la altura de cualquier otra muestra de su proteica actividad. Cuando desde UNIMA Federación España nos planteamos, hace ya muchos años, la publicación de una revista en español sobre el arte de los títeres, aunque en aquel momento no fuésemos todavía conscientes de ello, nos mirábamos en el espejo de Puck y de E pur si muove y en la seriedad y solvencia que Margareta imprimía en ellas. Con estas palabras prologó Margareta el primer número de Puck: La revista Puck quiere ser un lugar de reflexión, confluencia y confrontación, un laboratorio de investigación atento a los vínculos que unen el arte de la marioneta con las otras artes. Un refugio para las ideas más insólitas, inspiradas en un teatro que quiere ser infatigable campo de experimentación […] Sorprender al Teatro de Marionetas “en marcha” […] seguir su sinuoso camino, detenerse ante la enorme diversidad de sus formas […] interrogar a sus creadores y a sus públicos, he aquí todo un nuevo campo a desbrozar por parte de una nueva crítica. Atraer la mirada de los historiadores, teóricos y críticos hacia un teatro inexplicablemente olvidado, tal es el ardiente deseo de Puck el duende, que abre sus páginas también a los jóvenes investigadores. Al releer hoy este texto, más de treinta años después, desde Fantoche nos reafirmamos modestos seguidores del camino abierto por Margareta en sus publicaciones; y como ella, y siguiendo sus consejos, nos declaramos rebeldes ante la mediocridad y rotundos defensores de los más altos principios que nuestra pasión y conciencia titiritera nos dicte. Nuestro homenaje será nuestro trabajo. Gracias, Margareta.

Francisco J. Cornejo

Miembro del equipo de redacción

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