Con apenas una semana de diferencia se han inaugurado en el TOPIC de Tolosa (Gipuzkoa) dos nuevas exposiciones. La primera de ellas gira en torno a las figuras de Marco Grignani y Federica Lacomba, de la compañía de títeres italiana Girovago y Rondella, en la que comparten con el público el vasto recorrido de sus treinta y nueve años de trayectoria.
La aventura teatral de Girovago y Rondella comenzó en 1987 en la localidad griega de Rodas. Después de diversas experiencias de estudio sobre mimo, música y artes aplicadas en Italia, la pareja itinerante desarrolla su investigación recorriendo las islas griegas y las costas turcas, compartiendo un amplio recorrido de treinta y nueve años de trayectoria.
Con cada baúl y maleta que abren, desvelan emociones compartidas y, a través de las historias y la memoria tangible de los objetos, nos invitan a imaginar futuros caminos, recordando aquellos que el teatro ambulante ya conocía hace siglos.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 21 de septiembre, incluye escenografías y accesorios de sus espectáculos más emblemáticos, junto con una colección de autómatas y esculturas animadas creadas a lo largo de los años, muchas de las cuales se mostrarán al público por primera vez. Memoria, arte, viaje y vida se entrelazan en esta experiencia artística orgánica que aún tiene mucho por contar.
La segunda muestra es un homenaje al centenario del nacimiento del pintor y escultor guipuzcoano Néstor Basterretxea, que permanecerá en la sala Ambigú de TOPIC hasta el 18 de mayo. Aquí podemos ver su faceta menos conocida como diseñador de títeres, con especial atención a su trabajo en El Gigante de Alzo, obra coproducida por TOPIC con motivo de la celebración de la Capitalidad Europea de la Cultura de San Sebastián 2016. Las piezas fueron construidas por Jon Ander Basterretxea e Idoia Seijo, en el Taller Menina, ubicado en Hondarribia.
Se trata de una oportunidad excepcional para descubrir cómo este artista clave del siglo XX reinterpretó la historia y el mito de Miguel Joaquín Eleizegi (1818-1861) a través del arte del títere.
Basterretxea, reconocido por su contribución a la escultura, la pintura y el cine, también exploró el mundo de los títeres con la misma pasión y compromiso con la identidad vasca. Su representación del Gigante de Alzo a través de esta disciplina demuestra su capacidad para dar vida a figuras históricas mediante el movimiento, la forma y la expresión teatral.