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Fantoche número 5

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INDICE

ENCUENTRO

Rosa Díaz

Mariso García

ON THE MASK EFFECT IN THE MANIPULATION OF PUPPETS SOBRE EL EFECTO DE LA MÁSCARA EN LA MANIPULACIÓN DE TÍTERES

Stephen Mottram

MOTTRAM Y LA POESÍA EN MOVIMIENTO

Santiago Ortega

EN SUSPENSIÓN, EN MOVIMIENTO

Ramón del Valle

EL BELÉN BARROCO DE MOVIMIENTO En laGuardia: un tesoro patrimonial

Maryse Badiou

ALEXANDRA EXTER, MARIONETAS EN LA VANGUARDIA RUSA

Fernando de Julián

EL TÍTERE Y SU REFLEJO COLECCIÓN DE JOAQUÍN HERNÁNDEZ

Fernando de Julián

NO CALLAN

Santiago Ortega

LAS COMEDIAS DE MUÑECOS EN NUEVA ESPAÑA DURANTE EL S. XVIII

Rey Fernando Vera García

OTELO

Claudio Hochman

EDITORIAL

¿Quién dijo crisis?

Cuando bancos y países entonan a diario la letanía de la amenaza de la quiebra económica; cuando los poderosos corren a ofrecer en sacrificio al omnipotente dios Mercado el bienestar de sus pueblos; cuando, de golpe y sin anestesia, se cierra el grifo de las ayudas y subvenciones culturales; cuando los titiriteros desperdician su tiempo haciendo cola ante la ventanilla de ‘Pagos’ de los Ayuntamientos y otras instituciones abonadas al Vuelva usted mañana; entonces, un año más –y ya van seis– vuelve a ver la luz otro número de Fantoche, arte de los títeres. Y viene cargado de nuevos colaboradores y de renovadas energías. Ante la presencia pertinaz de la ‘crisis’, Fantoche responde incrementando la ilusión en todo lo mucho que queda por hacer; celebra la colaboración generosa de todos los que hacen posible esta realidad; insiste en buscar la forma de persuadir, por la vía de los hechos, de la importancia de este lugar de encuentro y de debate; y agradece a UNIMA Federación España la posibilidad de su existencia, así como su compromiso para mejorar la distribución de la revista. Cuando la palabra ‘corrupción’ resuena como el bajo continuo de las noticias de cada día; cuando se proclama la competitividad salvaje y el ‘todo vale’ como fundamento y principio de nuestro mundo globalizado; cuando sentimos que nuestra razón y nuestra inteligencia es insultada sin cesar por aquellos que se pretenden nuestros líderes; cuando en las pantallas del televisor se alternan con impúdica indiferencia los derroches multimillonarios de fastos, eventos y saraos variopintos, con hambrunas, guerras y desastres, casi siempre evitables; entonces, los que hacemos Fantoche nos proponemos que nuestro modesto trabajo en la revista defienda y se fundamente en los principios éticos de la democracia, la tolerancia, la solidaridad, la justicia y la práctica de la autocrítica. O de otra manera: respeto por las ideas ajenas, respeto por los hechos demostrables y, sobre todo, respeto a los lectores. Cuando el arte de los títeres se hace divergente y muchos exploran las posibilidades de las nuevas tecnologías; otros vuelven su mirada al pasado buscando las raíces seguras de la tradición; en la escena conviven actores y muñecos, y ¡milagro! objetos cotidianos cobran vida; cuando la identidad del títere de nuestro siglo sigue siendo una incógnita que nada en un océano de ricas experiencias… Entonces, Fantoche vuelve a ofrecer sus páginas a la reflexión, a la variedad de puntos de vista y de experiencias, al debate serio y multidisciplinar, como la mejor manera –estamos convencidos– de ayudar a aquellos que sufren y disfrutan de este arte extraordinario. Apenas hace seis años que el artículo editorial del número 0 de Fantoche autodefinía a la recién nacida revista como ‘Una ilusión hecha realidad’; hoy esa realidad sigue nutriéndose de aquellas mismas ilusiones iniciales: defender y difundir de manera seria y rigurosa el arte de los títeres con toda la complejidad de sus variantes, profundizar en su conocimiento y, todo ello, con una manifiesta vocación de apertura a otras culturas, sobre todo iberoamericanas. Fantoche celebra el éxito de su normal existencia –bajo diferentes direcciones de UNIMA Federación España; con los lógicos cambios que el tiempo provoca en su equipo de Redacción– y se felicita por las decenas de personas que desde el primer momento, y cada vez en mayor número, se han sumado con sus notables colaboraciones, escritas o en imágenes, al esfuerzo de la revista por llegar a esos cientos de lectores (queremos suponer) que son la causa y la finalidad de nuestros esfuerzos. Son malos tiempos –no solo para la lírica–, pero no dejan de ser buenos para la reflexión y el conocimiento;por eso es esperanzador decir: “Y Fantoche va…”

Francisco J. Cornejo

Miembro del equipo de Redacción

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